18 de abril de 2008

Desde lo oscuro he salido para amarte

Desde lo oscuro he salido para amarte con una certitud antigua,
cojo tus manos pequeñas de uñas mordidas, y cojo tu voz de humo o de sed o de muerte,
cojo tu verdad minúscula o el ruido de una fuente,todo eso cojo y lo tiro en mi cama como una hucha que se rompe, avistador, laberinto, hombre, o niño...Ya no sé como nombrarte, sólo me va quedando el ahogo de un silencio obligado, o la cuerda en los ojos o en la memoria...¿Dónde va tanta gente corriendo hacia ningún sitio?
¿Dónde tanta prisa que pasaran cuatro años y será la misma playa o la misma enrredadera?...
Me siento la pasajera o la hoja rallada hasta desfallecer, el olor cerado de una habitacíón cerrada hace días, y una vida cerrada con el olor de esa habitación cerrada...y cerrar los ojos, los sueños, las manos, la vida y el camino...cerrarlo todo y sentirse aún y así libre...eso es lo único que nos queda.