7 de junio de 2008

Un nombre que yo pueda decir en la noche, vestida de sombra.


A la luz le pongo nombre,
a tu luz le pongo un nombre que ni yo sepa pronunciar,
un nombre que pueda yo decir en la noche, vestida de sombra, dormida de tu amanecer en los ojos imposibles...Asustada de haber nacido para invocar tu presencia, para ajustar la vida un rato junto a lo que amo...Recuerdas que me pierdo...Habito la tendencia de perderme en mi existencia, existo perdida y desvuelvo mi cuerpo de su aire para dártelo, todo tuyo,
ofrenda, fetiche, basura, musa o cadáver...Da lo mismo, me visto y me desvisto si tú me haces existir en tu mano...De la forma de mi, de la forma de mi verdad no queda ni un rastro mínimo,
estoy extendida siempre en una vaga desverdad, que es la verdad desteñida, encojida, pequeña, la inexactitud, repito, extendida estoy en una desverdad, que es desverdad y no mentira...
Y tu mano me da más certeza si me toca, si sucedo debajo o encima de ti me mantego existida...
Y desenrredo mi pelo, me lavo, salgo a los metros, y aún y escuchar un sonido de vías y ciudad en humo, y aunque me palpo los bolsillos vacíos de algo que no sea poemas en papelitos, y aún que ni dinero, ni casa fija, ni asentamiento correcto en la rueda, y aún que bocadillos y no alimentación,y aún que miseria y pobreza, y un poco de hambre , y un poco de frío,
y aún que un hueco en la barriga de no-futuro...
Y aún todo eso me he creído feliz más de tres veces en un año, y parece ser que para mi es bastante, o casi bastante, y lo llaman amor y no es amor sino desobedecer la razón, que es la única salida para no hacerse confortable y político, o ciudadano, o acomodado o pop, o alguna de estas cosas terribles en las que se convierten la mayoría de cuerdos que me rodean,

la única razón la no-razón, para llamarle amor que se desvele la mente en la noche, y exista una prisa, un ansia no controlable, un camino incierto, una vía que no se conoce....

Para vivir sólo queda vivir cerca del borde, acomodado en la línea manteniendo un inquietante equilibrio que permita ser obserbador del dolor, y partícipe de él, y del beso, del después, de la lluvia...Existir teniendo la sensación de libertad del que corre bajo la tormenta empapado, calle abajo sabiendo que sólo el ahora es lo que debe llevarnos, sólo un ahora grande y irresponsable...
Vivir irresponsables y amantes...Amar sin fin, doler sin fin La Vida, en las venas, en el oído,La Vida, dulce y triste, hermosamente melancólica quiero esa Vida como la canción del que han abandonado.