25 de septiembre de 2012







cuando calculé cuantas manos tenía para darte
ocurrió que no tenía ni manos ni alma
y era una errante sombra que desaparecía en la noche

tus ojos que despejaban mi miedo a todo el universo
pero me incriminaban hacia una muerte supuesta

joder,que no tengo el corazón para ti,que huyes de tu nombre,
no tengo la razón ni la sin razón sino un agujero hondísismo
que unos llaman amar y otros pavura y miedo,

joder,que confundo la saliva con el dolor de no verte,
de haber olvidado tu mirada exacta sólo para mí...

calculé mal y no tuve ni brazos para acunarte
ni fuego para entregarlo a tu cuerpo derruido,
a tus trozos de cuerpo lleno de azogue...

no me quedaban ni pulmones para gritarte
que volvieras a mi cama y a mi madrugada remota...

niño,el caminante y su sombra,
monstruoso depredador de niñas poco vírgenes...

amor mío ,enloquecido suicida,
visitador de mis sueños más profundos