15 de octubre de 2013

silvio rodriguez OJALA




/ojalá que la muerte no cabalgue mis ojos
y no vengan tiritando en mi saliva los hijos que no tuve

que los que hieren se queden sin pulmones y sin camino
que se les vea morir el alma en el precipicio
que mi genocidio de amores ahogue mi sombra

para no llorar enganchada al suicidio de mi noche
de mis dientes, de mis venas azuladas de conocer el infinito
y el infierno que galopa sobre mis sueños de vidrio...

ojalá diferencie alguna vez la sombra extrema
lejos de mi vida de agua y lloviznas....

ojalá/

/amaneció la noche
y tus ojos eran el agua y la muerte,

yo deshojaba mi alma y el cristal,

se reflejaba el miedo en mi cuerpo ,
temblor que se desboca

y mi llorar es un veneno intermitente
donde las horas gimen en mi pecho vacío

desde la sangre,
escribo una y otra vez tu nombre/


/te has ido y yo tiemblo,
las oscuridades nombran mi cuerpo
y hay un vendaval de viento inaudito...

odio las noches en las que tu piel huyó de mi muerte
y no aprecio la estructura de tu silencio
ni el hueco de tu vientre encarnecido,

allí donde tus ojos se asemejan a una libertad desatada
allí donde yo pueda sujetar tus sueños
donde no llegue mi lágrima a frenar el universo/