11 de enero de 2014

/no equivoques la tormenta,
no deslices en tu pupila la furia
que el frío sólo congele cualquier otro sitio
que no sea tu alma desatada/


/porque sufro la eternidad de alma
porque mi corazón tiene la forma del grito
porque desaparece la luz escupida de la tiniebla

allí donde se posan los amaneceres inmóviles
y el aullido estremecido de los locos,

el aullido de los que duermen
en el espejismo de la conciencia/