16 de diciembre de 2015

/hay un alma anónima que coagula la sangre,
sólo necesita versos y la oscuridad de la noche...
Yo no olvidé la profundidad de tu abrazo
ni el viento de tus ojos inexpresables...
Lloré por lo que fuimos y temblé de nostalgia azul...
Convertí lágrimas en ríos y mi corazón quedó helado
sumergido en su infinito...
Yo no olvidé tu insomnio,
no olvidé tu semblante taciturno
suave como hecho de agua,..
Erramos tantas palabras que quizás moriremos
de pobreza y poesía,
conseguimos tantas estrellas que nuestro cuerpo
destruyó su agonía...
Aquella vez en aquella playa
donde dejamos parte del miedo y
nuestro amor era bello como la sangre silenciosa...
No olvides nunca que siempre estaré cerca de ti
aunque sea desde una lejanía o un espejismo
y todos los días de mi vida
recordaré tu alma errante
y el juego de la luz en tu rostro
en aquella playa nuestra hace tantos años/